6 February, 2019

By Yohania de Armas Gandaria

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LA CARTERA DE OPORTUNIDADES DE INVERSIÓN EXTRANJERA EN CUBA: ALGUNAS REFLEXIONES EN TORNO A SU EVOLUCIÓN, OBJETIVOS Y UTILIDAD.

En los últimos cinco años, uno de los hitos más importantes de las ferias comerciales más concurridas de Cuba -la Feria Internacional de La Habana-; viene siendo el lanzamiento de la Cartera de Oportunidades de Inversión Extranjera por parte del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX).  Este documento según lo establecido en el Reglamento de la Ley de Inversión Extranjera, Decreto No. 325 de 2014, “contiene las políticas sectoriales y las fichas de las propuestas de oportunidad de inversión extranjera definidas por los órganos, organismos de la Administración Central del Estado o entidades nacionales patrocinadores, avaladas por el MINCEX y aprobadas por el Consejo de Ministros para su promoción”.

Pero, ¿qué relevancia ha tenido la Cartera de Oportunidades en la atracción de inversión extranjera?

Esta Cartera, que no es más que un portafolio de proyectos de negocios, se ha convertido en la gran mentada cuando de inversión en Cuba se trata. Y es que uno de los impactos más importantes del proceso de modificación económica que ha atravesado la isla desde el 2013, ha sido el de la Política Económica Externa establecida en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, pues se ha reconocido de forma expresa -finalmente- a la Inversión Extranjera Directa (IED) como un artífice fundamental en el desarrollo económico del país, de manera que ha significado una prioridad la ampliación y actualización sistemática de dicha Cartera.

Ciertamente la IED ha trascendido de tener un carácter meramente complementario -según se puede deducir de las regulaciones de esta temática en las décadas de los ’80 y ’90- a convertirse en una pieza elemental y dinamizadora de la economía cubana. Y es que entre los objetivos fundamentales de la política de inversión extranjera se encuentran su enfoque hacia los sectores de exportación y de sustitución de importaciones, a incentivar el desarrollo de proyectos integrales que generen encadenamientos productivos y a desarrollar aquellos que contribuyan al cambio de la matriz energética del país mediante el aprovechamiento de fuentes renovables de energía.

Desde el lanzamiento de la primera edición de la Cartera en 2014, el gobierno ha insistido en  potenciar y promover el desarrollo de negocios con inversión extranjera, que para ser absolutamente sinceros y en concordancia con la opinión del economista cubano Ricardo Torres, ha sido una de las áreas que mejores resultados ha arrojado desde el inicio del proceso de actualización económica, aun cuando en este terreno queda mucho por hacer todavía.

De 2.000 a 2.500 millones de dólares, constituyen las cifras metas que el gobierno cubano ha identificado como el necesario para el incremento del insuficiente desarrollo económico de la isla. Es por ello que son notables los esfuerzos que la administración cubana ha depositado en la divulgación de esta Cartera, por lo que podemos decir que existe una firmeza en la apuesta del gobierno cubano por la inversión foránea en la economía, no obstante existen deficiencias  en el proceso de gestión y concreción de dichos proyectos donde el inversor choca con no pocas e identificadas trabas, y que a mi juicio son perfectamente solucionables. 

ALGUNOS DATOS DE INTERÉS

Este articulo tiene la intención de resumir algunos datos relacionados con las 5 ediciones de este instrumento, por lo que a continuación se señalan los indicadores que considero más relevantes:

*Contratos de Asociación Económica Internacional **Empresas de Capital totalmente Extranjero 

¿Como se evidencia entonces la evolución de la Cartera de Oportunidades?

Como puede apreciarse en los datos consignados anteriormente, la Cartera ha evolucionado de manera positiva como una herramienta esencial en el proceso de atracción de capital extranjero. En cada edición se han adecuado las fichas de oportunidades, las cuales se elaboran a partir de los estudios de prefactibilidad de cada proyecto. De hecho, si comparamos la primera edición del 2014 con la más reciente del 2018-2019, podemos ver que la información de la Cartera es más integral, explicativa y mucho mejor organizada pues contiene datos de valor relacionados con el tejido empresarial de cada sector, el capital humano, las potencialidades generales del mercado, entre otros que facilitan la comprensión de este proceso a los inversores interesados en el mercado cubano.

De la primera a la quinta versión de la Cartera, vemos que existe un aumento de la cantidad de proyectos en un 46,8 % lo que a su vez representa un incremento en 2.909 millones de dólares en el monto total de inversión, lo cual creo que responde a esta voluntad del gobierno de continuar identificando aquellas áreas que pueden ser susceptibles de ser potenciadas con capital extranjero.

Resulta notable la inclusión de sectores totalmente novedosos para Cuba, como son el bancario, el de seguros, el sector sanitario y el mercado mayorista, por tan solo citar algunos ejemplos, lo que da muestra de la flexibilidad y reconocimiento de que la participación foránea en nuestra economía ha pasado a jugar un papel decisivo y que trasciende de los sectores convencionales. Por otra parte, llama la atención la participación cada vez más activa de las provincias y municipios, una deuda ya identificada en este proceso, y que sin dudas tributará en una mayor -y oportunísima- implicación de los territorios en la gestión de los proyectos que se desarrollen en los mismos.

El turismo sigue siendo el sector estrella, tanto en la representación de los proyectos que están la Cartera – que han pasado de 56 en el año 2014 hasta 187 en el 2019-, y que además se ha posicionado como el sector preferido para los inversionistas – con un total de 95 negocios aprobados– seguido de los sectores de energía y minería y el de industrias. Además, entre las modalidades de inversión de los negocios aprobados, la empresa mixta ha pasado a un segundo lugar con un 40 % al cierre del 2017, precedida por los contratos de asociación económica internacional que han reportado un crecimiento del 2%, específicamente los relacionados con la administración hotelera.

Importante resulta también el aumento de los proyectos a desarrollarse en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, que en 2014 eran 25 y para el periodo 2018-2019, se han incrementado a 45, lo que da muestra de la total apuesta del gobierno por esta iniciativa como plaza fundamental de captación de inversión extranjera en proyectos de carácter productivo.

ELEMENTOS FAVORABLES Y DESFAVORABLES DE LA CARTERA

Uno de los aspectos más significativos de la Cartera, es que ha sido un claro ejemplo de que por primera vez el gobierno cubano ha asumido un papel más protagónico y dinámico en el desarrollo de negocios con capital extranjero, mediante la identificación previa y promoción de proyectos en los sectores que considera de interés, pues hasta 2014, había sido un interlocutor un tanto pasivo ante las propuestas de negocios realizadas por empresarios extranjeros.

Asimismo, este instrumento ha servido para dotar de uniformidad, organización y legitimidad al proceso de atracción de capital extranjero.

No obstante, subsisten algunos elementos desfavorables relacionados con este documento, que a partir de las propias inquietudes de clientes y colegas, me atrevería a comentar algunos de ellos.

El gran número de proyectos y sectores presentes en la Cartera, no brinda una definición clara de cuales de ellos exactamente, son los considerados como prioritarios para el gobierno cubano.

La aun discreta cifra de negocios en ejecución y el número creciente de proyectos en Cartera -actualmente 525-, ratifican la lentitud o dificultad en la aprobación en la práctica de estas iniciativas, muchas de ellas presentes desde la primera edición de 2014. Esto evidentemente atenta contra el interés de los inversionistas. Aun así, lo fundamental recae verdaderamente es conseguir una celeridad definitiva en la gestión de los proyectos de inversión, que muchas veces quedan estancados en innecesarios burocratismos.

Insistiendo en la gran variedad de proyectos publicados, a priori pudiera entenderse que la IE es una actividad rígida y que no está abierta a iniciativas que no han sido identificadas por el gobierno. Esto no es así, la Cartera es una guía referencial que contiene los sectores considerados como priorizados, por tanto las regulaciones vigentes en la materia permiten la propuesta de nuevos negocios, siempre y cuando se cumpla el procedimiento establecido para ello; por lo que sí, es posible impulsar proyectos fuera de Cartera.

APUNTES FINALES

En resumen, desde que se emitió la Ley No. 118 de la Inversión Extranjera en 2014, la Cartera de Oportunidades de Inversión ha facilitado la aprobación de negocios por un monto total de 5 mil 500 millones de dólares, lo que representa 21 reinversiones, 41 negocios en la ZEDM y 134 fuera de esa área. Estos negocios se han establecido con compañías procedentes de 28 países, lo que evidencia la tan necesaria diversificación de los partners en la participación extranjera en la economía.

Actualmente están en fase avanzada de negociación más de 30 proyectos en los sectores de energía, industrias, construcción, minería, agroalimentario y biofarmacéutico, por un monto que supera los 1.500 millones de dólares.

Cuba es un país que se mueve en circunstancias que desde luego resultan peculiares y complejas; sin embargo la mayor de las Antillas sigue siendo una plaza atractiva para muchos inversores, que ven en la isla la voluntad política, seguridad y una mejor organización en los últimos años. Esperemos a que el gobierno cubano siga perfeccionando los mecanismos internos para fomentar aun más esta actividad, que ya comienza a reportar avances modestos pero alentadores.

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